Los cuatro componentes fundamentales de los circuitos integrados (resistencias, condensadores, transistores y diodos) abarcan consideraciones para la selección del tipo, el análisis de parámetros clave y escenarios especiales, como el funcionamiento a alta frecuencia y la disipación del calor. Las decisiones generales deben tomarse en función de los requisitos medioambientales, de coste y de fiabilidad.